Se acabaron los tiempos en los que para tener un smartphone de gama alta era necesario invertir centenares de euros. La llegada de las marcas chinas, ha hecho al sector ponerse las pilas y ahora es posible tener un móvil Android con buenas prestaciones, sin necesidad de dejarse medio sueldo.
Un ejemplo de ello es el Xiaomi Redmi Note 2, un terminal con prestaciones de gama alta y un precio que en una marca más "tradicional" se correspondería con el de un smartphone básico.